Existen varios tipos de maderas en el mundo, por lo que la elección del tipo de madera es crucial para orientar y presupuestar un trabajo en carpintería. Cuando un cliente solicita un producto, es fundamental asesorarlo sobre las opciones disponibles. Existen dos tipos principales de madera: dura y blanda.
Tipos de Maderas Duras
Las maderas duras suelen ser costosas y de alta calidad. Entre las más conocidas y comerciales se encuentran:
- Roble
- Nogal
- Caoba
- Encino
Estos tipos de maderas se utilizan principalmente para elaborar muebles de alta calidad y, en algunos casos, para pisos o muros (como duela o lambrín, respectivamente). Sus características principales son:
- Vetas atractivas: Proporcionan una estética natural muy agradable.
- Baja porosidad: Requieren menos capas de barniz y se sellan fácilmente.
- Dureza: Esto las hace ideales para molduras y acabados duraderos, aunque requieren más tiempo de pulido.
- Color natural: Generalmente, no necesitan tintes adicionales debido a su tonalidad natural.
Tipos de Maderas Blandas
Las maderas blandas son económicas y ampliamente utilizadas. Las más comunes y comerciales son:
Pino
- Matices claros y vetas uniformes.
- Flexibilidad y blandura: Es susceptible a marcas y rasguños.
- Costo accesible: Es la madera más utilizada para diversos productos.
- Requerimientos de sellado: Especialmente si se usa en pisos, donde se necesita una capa protectora.
Cedro
- Color: Tonos que van del marrón rosado al rojo claro.
- Resistencia a la putrefacción: Es ideal para climas húmedos.
- Aroma característico: Repele polillas, lo que lo hace excelente para guardarropa y muebles.
Ambas maderas tienen vetas bien definidas, pero su porosidad implica que necesitan más capas de barniz. Además, son ideales para fabricar molduras.
Clasificación de la Madera
Otro factor que influye en el presupuesto es la calidad de la madera. En carpintería, las maderas utilizadas suelen clasificarse en cuatro categorías:
1. Madera de Tercera
- Uso principal: Estructuras de muebles forrados con triplay.
- Características:
- Económica.
- Presenta nudos de hasta 30 mm de diámetro, lo que dificulta el cepillado y acabado.
- Bordes sin cantear (no están cepillados).
2. Madera de Segunda
- Uso principal: Marcos, chambranas, estructuras y ocasionalmente entablerados.
- Características:
- Uniformidad en dimensiones.
- Nudos pequeños (de 2 a 6).
- Bordes canteados.
3. Madera de Primera
- Uso principal: Marcos, chambranas y entablerados.
- Características:
- Uniformidad en dimensiones.
- Libre de nudos tanto en caras como en bordes.
4. Madera Estufada u Horneada
- Proceso: Se somete a un secado completo que la hace significativamente más seca que la madera recién aserrada.
- Beneficios:
- No se pandea ni se curva con el tiempo.
- No presenta grietas ni cuarteaduras.
- La duración del acabado es mucho mayor.
Otros Factores a Considerar
Además de la dureza y la clasificación, es importante considerar el entorno donde se utilizará la madera. Por ejemplo, si el proyecto estará en exteriores, la resistencia a la humedad y a las plagas será crucial. El cedro y la teca son opciones populares para este tipo de aplicaciones debido a su durabilidad natural. En cambio, para interiores, la elección podría centrarse más en la estética y el costo.

Asesoría al Cliente
Es vital asesorar al cliente sobre las diferentes opciones disponibles. Esto no solo les ayuda a tomar una decisión informada, sino que también genera confianza en tus conocimientos y habilidades como carpintero. Tu capacidad para explicar las propiedades, ventajas y desventajas de cada tipo de madera marcará la diferencia en la satisfacción del cliente.
Por ejemplo, si un cliente desea construir un armario, podrías recomendar el cedro por su resistencia a las plagas y su aroma agradable. Para un mueble de sala, podrías sugerir el nogal o el encino por su apariencia sofisticada y durabilidad. En el caso de proyectos más económicos, el pino será una opción ideal siempre que se le apliquen los selladores necesarios.
Al final, comprender las necesidades del cliente, el presupuesto disponible y el uso final del producto son los pilares para garantizar un trabajo bien hecho.